La ciencia también se construye en femenino

Si tienes una hija de menos de 10 años a la que le gusta experimentar, descubrir cosas por su propio pie, explorar, aprender sobre animales, le gustan los ordenadores, programar o diseñar robots, es probable que pienses “ya cambiará”. Si con 15 años sigue con esas inquietudes pensarás: “puede dedicarse a dar clase”. Si con 18 escoge una carrera de ciencia o tecnología, pensarás que su carrera va a ser muy dura, en el mejor de los casos intentarás prepararla para cuando tenga que cambiar, porque no tendrá suficiente perseverancia para dedicarse a la ciencia de alto nivel. En el peor de los casos pensarás que “ya se casará y se le olvidaran las pamplinas científicas”. Parece exagerado, pero según un estudio en el Reino Unido sólo un 7 por ciento de madres y padres aseguran que animarían a sus hijas a seguir carreras relacionadas con tecnologías o ciencia.

En España la situación no es muy diferente. No existen muchos datos contrastados, pero una encuesta encargada por la fundación L’Oréal indica que para el 63% de los españoles las mujeres no sirven para ser científicas de alto nivel. Las razones son tan dispares (y algunas tan absurdas) como que nos falta interés por la ciencia, pero también por supuesta falta de perseverancia, de espíritu racional, sentido práctico y espíritu analítico.

Los datos al respecto son muy significativos, especialmente en el hecho de que a medida que se avanza hacia puestos más altos en los escalafones académicos o profesionales, la proporción de mujeres va siendo cada vez menor. En Estados Unidos, por ejemplo, las mujeres obtienen la mitad de los doctorados en ciencia e ingeniería pero sólo un 21% de éstas obtiene una plaza de profesora en ciencia y sólo un 5% en ingeniería (1). En Europa las mujeres obtienen un 36% de los doctorados, un 33% de éstas obtienen una plaza de profesora pero abismalmente sólo un 11% llega al final de la carrera académica (1). En España, aunque los datos que actualmente muestra el ministerio son del curso 2011-2012, se puede comprobar como el número de estudiantes y graduadas mujeres en las licenciaturas es ligeramente superior al de hombres. Para los estudiantes y graduados de doctorado ya son muy similares, y a medida que se aumenta en la carrera investigadora la diferencia entre hombres y mujeres se hace mucho mayor. De hecho el año pasado había una única rectora entre las 50 universidades públicas españolas.

Figura 1. Proporción de mujeres y hombres en la carrera investigadora en las universidades públicas (2011-2012).
Figura 1. Proporción de mujeres y hombres en la carrera investigadora en las universidades públicas (2011-2012).

En el CSIC, principal organismo público de investigación en España, los datos son muy similares, tal y como puede observarse en el siguiente gráfico, de 2014.

Figura 2. Proporción de mujeres y hombres que forman parte del personal investigador en el CSIC 2014.
Figura 2. Proporción de mujeres y hombres que forman parte del personal investigador en el CSIC 2014.

La complejidad de este fenómeno, que no es aislado de España, tiene diferentes componentes y razones que iremos analizando en posteriores artículos. Además incluiremos algunas medidas y políticas que se han llevado a cabo en diferentes países, así como propuestas en este campo. Se dan los problemas habituales que existen en otros campos laborales, pero además hay ciertas percepciones y prejuicios sociales e ideas educativas que tienden a dificultar el acceso de las mujeres a los campos de estudio de las carreras científicas, técnicas, ingenierías y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés) desde etapas educativas muy tempranas.

Tanto es así que la ONU ha celebrado, por primera vez este año, el día mundial Women in STEM (Mujeres en Ciencia Tecnología Ingeniería y Matemáticas) el 11 de febrero, con el fin de llamar la atención sobre este fenómeno extendido mundialmente.

El presidente de EEUU, Barack Obama, en el año 2013, ya puso el foco de atención en este fenómeno, debido a la importancia de la pérdida de talento que supone, en un momento en el que la Ciencia puede ser decisiva para resolver muchos de los problemas globales actuales:

One of the things that I really strongly believe in is that we need to have more girls interested in math, science, and engineering. We’ve got half the population that is way underrepresented in those fields and that means that we’ve got a whole bunch of talent…not being encouraged the way they need to.

En España, se ha llevado a cabo la elaboración de un manifiesto llamado “Manifiesto Cambiemos las Cifras”, que si queréis podéis firmar, con el objetivo de concienciar a la sociedad e intentar llamar la atención sobre este hecho sin embargo, esta iniciativa es privada y actualmente no tiene apoyo institucional, más allá de algunos ámbitos científicos.

La discriminación sexual es un fenómeno cotidiano que impide el progreso de millones de personas en todo el mundo. El machismo y la intolerancia pueden adoptar diversas formas: desde la negación de los principios básicos de igualdad de las personas hasta la instigación del odio misógino que puede llevar al homicidio, todo lo cual puede destruir vidas y fraccionar comunidades. La lucha contra el machismo en todas sus facciones es una cuestión prioritaria para la comunidad internacional y desde Ciencia Con Futuro, también en el campo de la ciencia y de la I+ D + i, queremos darle la importancia que se merece.

¿Vas a dejar que tus prejuicios desperdicien el 50 % del talento científico de este país?

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(1) Datos de la US National Science Foundation citados en Mind the gender Gap por Helen Shen, Nature 495, 22 (2013).

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