Mientras su Presidente, D. Emilio Lora-Tamayo, se ufana en cartas al personal del CSIC y en los medios de comunicación, presto a la loa a los miembros del Gobierno que lo nombró, los trabajadores del CSIC tenemos que ver cómo las plazas de científico titular destinadas a este organismo en 2013 resultan insuficientes para cubrir sus necesidades y para incorporar a todos los brillantes científicos que hemos formado en los últimos años.
En efecto, la carta de la que ya publicamos una encendida opinión recientemente ha generado indignación en el organismo, ya que no solo no critica en absoluto al Gobierno, que es en última instancia quien mantiene al CSIC en la situación en la que se encuentra, sino que reconoce su “apoyo continuo”. Menudo apoyo. No será en los PGE, puesto que si con los del año 2013 el CSIC se econtraba en la ruina, el año que viene la situación puede ser muy similar.
Leyendo la carta del Presidente, parece que los problemas del CSIC se han resuelto, por lo menos para un año. Pero nada nos dice en esa carta sobre la pérdida de puestos de trabajo en la institución, que se cifran en un 10% en menos de dos años. Esta pérdida se debe fundamentalmente a la eliminación de programas de contratación de personal científico (Junta de Ampliación de Estudios, JAE), a la reducción de los existentes (Ramón y Cajal y Juan de la Cierva), a la jubilación de científicos en activo, así como a la drástica reducción de plazas de científico titular. En este sentido, desde ya nos confirma el Sr. Lora-Tamayo que no esperemos mejora.
Y mientras tanto, se han ido resolviendo los ejercicios para la selección de científicos titulares de los Organismos Públicos de Investigación (OPIs), correspondientes a la OEP 2012. Al CSIC le correspondieron 21 plazas en esa convocatoria (más una en el cupo de discapacitados), una cifra del todo insuficiente para las necesidades del organismo. Tal es así, que se presentaron decenas de aspirantes para cada plaza. Todos ellos con su título de doctor bajo el brazo y elevada experiencia tanto en España como en el extranjero, manifestada en montones de papeles que, como parte de la documentación de su CV, arrastran en carros y maletas con ruedas cuando se presentan al examen (literalmente). Los tribunales que han juzgado esas plazas han tenido el penoso papel de seleccionar solo a uno o como mucho dos candidatos por plaza y muchos de sus miembros han mostrado su desagrado en cartas enviadas a la Presidencia del organismo, porque en todos los casos, eran muchos los aspirantes que tenían capacidad y experiencia sobrada para ocupar las plazas que se juzgaban. De hecho, algunos de los aspirantes que no han conseguido plaza llevan de facto sus propios grupos de investigación, aun sin estabilidad laboral, dirigiendo proyectos de investigación conseguidos en dura competencia, incluso a nivel europeo.
Y esto entronca con las declaraciones de la Secretaria de Estado de I+D+i, en su famosa carta publicada en Nature, en la que afirmaba que su departamento tenía que priorizar la excelencia. Aunque desde el ministerio nunca nos hayan explicado qué es excelente y qué no, parece evidente que entra dentro de esta categoría tener entre 35 y 40 años y ser director de proyectos europeos, haber dirigido tesis doctorales y haber publicado más de 50 artículos en revistas indexadas. Este es el nivel de muchos de los candidatos que no pueden estabilizarse en el CSIC y el Presidente Sr. Lora-Tamayo, la Secretaria de Estado Sra. Vela y el Ministro Sr. De Guindos son responsables de que España los acabe expulsando del sistema español de I+D+i.
Pues bien, ya sabemos que para el año 2014 el esfuerzo del ministerio para incorporar científicos excelentes a los OPIs, y particularmente al CSIC, será menor aún: 15 plazas en total, y solo 5 al CSIC. En esta última institución no habrá ningún nuevo científico en las áreas de Humanidades, Biomedicina, Bioquímica y Biología Molecular y Química.
Más aún, la situación de “corralito” instaurada en el CSIC en el año 2013 está llevando a científicos de alto nivel con plaza de funcionario a dejar España como lugar de trabajo y a salir a Europa y Estados Unidos para encontrar unas condiciones de trabajo que les permita competir en igualdad con otros científicos internacionales. Pero nuestro Presidente sigue en su correspondencia ajeno a esta realidad, con frases como “espero que los problemas presupuestarios no hayan afectado a vuestra investigación”: ¿Cómo no va a afectar si en la segunda mitad del año 2013 no se han podido utilizar la mayor parte de los fondos para investigación?
Por muy ufano que se muestre su Presidente, el CSIC languidece. Este año se ha salvado in extremis, pero tanto él como los responsables del ministerio se esfuerzan por llevarlo a su defunción, no sin antes pasar por una lenta agonía. Y no nos vale la manida justificación de la ausencia de presupuesto. No mientras otros departamentos incrementan sus partidas de forma extraordinaria en cientos de millones de euros. Y eso, por no hablar del rescate de los bancos.
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Los científicos brillantes conseguirán puestos fuera de España, los que no consigan puestos… tal vez no eran tan brillantes.
Es mejor irse que vivir bajo el yugo cristofascista.
Oye, yo he visto gente con becas bestiales y luego no inventaba nada. Creo que todos debemos denunciar a esta gente que roba recursos y sus logros son inexistentes.
Dicho esto, los que más roban son los políticos. Por cierto es necesario hablar de los que viajan a costa del estado pero no inventan nada, y no olvidemos que publicar más no es ser mejor.
La única persona brillante de España es Aznar. Bueno, y Wert también. 😛
el cancer del CSIC son su estructura funcionarial, altisima endogamia y opsiciones “a dedo”. Una triste copia del CNRS, a la “española”. y ahora dirigido por un hijo de ministro de Franco…patetico.
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