Por tanto, se da el caso en numerosas ocasiones que, lejos de recibir instrucciones por parte de los investigadores, son los técnicos especialistas los que asesoran y proponen mejoras en el diseño experimental de los proyectos de investigación.
1. Principalmente porque no existe tal carrera investigadora
Se presume que, precisamente por la naturaleza repetitiva del oficio, no existe capacidad de aprendizaje y de incorporación de nuevas prácticas. Laboralmente esto se traduce en un
Aunque es cierto que la mayoría de los Organismos competentes en materia de Investigación incluyen diferentes categorías profesionales del cuerpo técnico con respecto al nivel de estudios (Véase aquí el Capítulo IV, Art. 16 del II Convenio Único CSIC
2. Son pocos los organismos que destinan parte de sus fondos a este tipo de figura investigadora y, cuando lo hacen, las ayudas van destinadas a los centros de destino, no a la persona en sí. Véanse bases reguladoras de las convocatorias de ayudas del Programa nacional de Contratación e Incorporación de RRHH en el marco del Plan nacional de I+D+i – MINECO
Esto concretamente no está del todo mal si tenemos en cuenta que efectivamente, se ejerce en un centro de trabajo concreto; pero sí es limitante cuando el mismo centro para la misma plataforma no puede recibir la ayuda dos convocatorias consecutivas. Se deduce entonces que después de la duración del contrato conseguido, no se seguirá necesitando el soporte técnico proporcionado. Por lo que no existe una continuidad en la carrera técnica. Cabe mencionar que las ayudas del ISCIII se iniciaron 2008 y finalizaron su programa en 2012.
3. A la escasez de convocatorias para este tipo de figura científica, se suma la intermitencia de las mismas. Por lo tanto, sitúa este oficio en la precariedad más absoluta. Sirva de ejemplo el caso a nivel autonómico de las ayudas destinadas la contratación de personal para las Estructuras Centrales de Apoyo a la Investigación (ECAI) de la Junta de Andalucía. Éstas vieron la luz por primera vez en 2012, continuaron en 2013, no se convocaron en 2014 y sin embargo sí en 2015.
A pesar del “supuesto” reconocimiento de este oficio, dado que se trabaja para un colectivo de investigadores, resulta muy complicado o casi imposible realizar investigaciones propias y por lo tanto, llegar a alcanzar un perfil “competitivo”.
Desde Ciencia Con Futuro queremos darle la importancia que se merece este tipo de trabajo crucial para el desarrollo de la investigación porque, técnicamente hablando, sin ellos tampoco hay futuro.
Mª José Castro
Técnico Responsable del Servicio de Citometría de Flujo del Instituto de Biomedicina de Sevilla
Tengo que hablar con al autora de esta entrada… ¿cómo lo hago?
Buenos días, puedes enviar un mensaje a cienciaconfuturo@gmail.com
Magnífico artículo que suscribo en su totalidad.
Alma Hernández de Rojas
Es muy triste… pero refleja una realidad en la que me encuentro totalmente identificado 🙁
Maravilloso y certero artículo. Estoy muy orgullosa de esta técnico que no solo desarrolla su trabajo, sino que , además, lo dignifica